El tickling es una práctica sexual que consiste en provocar cosquilla a la compañera hasta que alcance el orgasmo. Es decir aquellos que practican el tickling combinan orgasmos intensos con sonrisas. Es una forma excelente de disfrutar y reírse al mismo tiempo con el sexo.
¿Quieres saber cómo puedes practicar el tickling? te lo vamos a contar a continuación:
El tickling debe formar parte de los juegos preliminares y el éxito de esta práctica reside en que cuando nos hace cosquillas se liberan endorfinas y además, al reírnos se activan las zonas del cerebro que están relacionadas con el placer, consiguiendo que la mujer se excite y ayudando a conseguir orgasmos más intensos.
En cuanto a la práctica en sí, las cosquillas no están limitadas a ninguna parte en concreto, pudiendo provocarlas por todo el cuerpo. Las zonas más clásicas son las ingles, los pezones, detrás del cuello o los dedos de los pies. Con esta técnica todo el cuerpo se convierte en una gran zona erógena, lo mejor, como siempre, es probar para ver qué zonas excitan más a nuestra pareja.
Además de dejar volar tu imaginación, algunos trucos para provocar estas cosquillas son:
En definitiva el tickling es la técnica con la que además de disfrutar del sexo pasaréis un buen rato divertido.
jajajja muy curioso…